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¿Cómo intervenir en las peleas entre hermanos?


¿Cómo intervenir en las peleas entre hermanos?


Una de las principales causas de estrés en los padres es la eterna pelea entre hermanos.

Debo decirte que las diferencias son totalmente normales, no importa las edades que tengan tus peques, es normal que peleen con cierta frecuencia. Esto se da porque están conociéndose a sí mismos mientras a la par están conociendo al otro, están entendiendo el mundo cohabitado por otros iguales a ellos mismos.

Las peleas pueden tener una excelente enseñanza para tus hijos en relación a lo que es la vida, solo necesitas saber canalizarlas adecuadamente  para que no se queden en puras peleas del momento sino que se les saque todo el provecho.

Te voy a compartir en este artículo varias ideas que puedes trabajar en casa con tus peques para manejar sus peleas, pero quiero hacerte saber de entrada que esto no significa que van a dejar de pelear, ya te he explicado la esencia de las peleas, y no buscamos que dejen de hacerlo si no que cada pelea sea respetada y tenga sus beneficios.

Pelearse por un objeto, independiente de la edad, tiene prioridad el hermano que lo haya tomado primero. Solo cuando este lo suelte el otro podrá tomarlo. No se debe forzar a compartir, ya que esta capacidad los niños apenas empiezan a adquirirla a partir de los 3 años y les toma bastante tiempo comprenderla y hacerla realidad. Debemos respetar los ciclos evolutivos de nuestros peques.

Para intervenir en una pelea entre hermanos es importante mantener un tono de voz y acciones neutras. Escuchar atentamente y analizar las acciones, en especial si tus peques aún no saben hablar. No debes marcar preferencia por ninguno, muchas veces esto ocurre de forma inconsciente porque normalmente en una pelea entre hermanos hay uno de los involucrados que puede haber resultado herido, de una u otra forma, aunque no haya sido un golpe profundo, entonces la tendencia de los padres es de inmediato socorrer al que sufrió el golpe y por tanto en cierta forma rechazar a quién fue el agresor. Pero si no estuvimos presentes no sabemos cómo se dio todo, no sabemos si quién al final resultó como víctima de un golpe realmente fue quien provocó la pelea y en sentido general la realidad es que debemos estar atentos y pendientes de la forma en que inconscientemente tratamos a nuestros hijos frente al resto de sus hermanos, y no asumir ni formarnos prejuicios de ninguno de nuestros hijos.


No se debe forzar a compartir

Si estás presente en una pelea donde hay golpes de cualquier tipo, puedes reflejar una inclinación hacia quien es golpeado en función de alertar su posible dolor o quebranto, esto para clamar a la compasión de quien golpea y hacer ver el impacto o consecuencia de su acción sobre su hermano. Evitando a toda costa la sobreatención a cualquiera de los dos, en especial sobre quien dio el golpe.

Dale tiempo a tus hijos de resolver sus conflictos por sí mismos. Muchas veces podrán lograrlo, va a depender mucho de su edad, y otras veces vas a tener que intervenir, pero asegúrate de tomar en cuenta las recomendaciones que te he dado. Es importante darles tiempo porque todas esas discusiones les van preparando para la vida en términos de cómo enfrentarse a ciertos problemas y buscarles solución.

En momentos donde tus hijos tengan espacio para juego libre aprovecha realizar juegos que les dejen una enseñanza en cuanto al manejo de las emociones, para que le vayas enseñando las diferencias que hay entre las personalidades y los diferentes tipos de emociones. De esa forma, en frío, y no en el momento de las peleas entre hermanos, sino estando tranquilos y felices en un juego, aprenderán mucho más fácil lo que le quieres transmitir. A la larga vas a poder ver cómo vas a ir retrasando cada vez más tu intervención en las peleas de tus hijos, porque ellos van a tener cada vez mayor capacidad de resolver sus conflictos por ellos mismos.


Aprovecha el tiempo de lectura para hacerles cuentos o historias, utilizando de preferencia sus mismos nombres. Hazle relatos de ciertas situaciones de las que ya tú sepas que tus hijos han tenido ante una discusión y exponiéndoles las posibles soluciones. Estas historias, relatos, cuentos y fábulas ayudan a los niños pequeños a aprender mucho más que si le estuvieras queriéndole dar una enseñanza directa respecto a lo sucedido.


Cuéntame, ¿cómo te va con las peleas entre hermanos? Déjame tu comentario.



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