Ir al contenido principal

El sentido de la vida

 

El sentido de la vida

 

Es difícil entender, porque buscamos explicación inadecuada, hacemos las preguntas equivocadas.

¿Por qué a mí? ¿Por qué a mi familia? ¿Hasta cuándo?

 

Y en el proceso perdemos de vista que no hay nada que pase bajo el cielo que no tenga el tiempo justo que Dios ha definido (cfr. Eclesiástico 3, 1 – 14) y hasta nuestros cabellos están contados (cfr. Mateo 10, 30).

 

Pero “no es justo”… esa suele ser la queja.

 

Tampoco fue justo dar muerte en una cruz a quién vino a sanar y acercarnos a Dios, a reconciliarnos con nuestro Padre.

 

No vemos lo que tenemos que sanar y transformar... Y que para eso debemos EXPERIMENTAR, vivir...

Son nuestras vivencias lo que nos lleva a la sanación, siempre que aceptemos lo que pasa.

 

Menos queja, más amor.

Menos preguntas, más análisis interno.

 

Cuando damos la espalda, cuando abrimos puertas que no corresponden... Sólo estamos retrasando nuestro proceso.

 

¡Y ojo! Mi proceso y el tuyo, aún expuestos a las mismas circunstancias, no es el mismo.

Mi tiempo no es tu tiempo.

Mi historia no es tu historia.

Mis heridas no son tus heridas.

Mi sanación no es tu sanación.

 

Vivir el presente en sintonía con Dios no es fácil, pero vivir el pasado que ya no podemos cambiar y el futuro que no podemos controlar, es peor, y me atrevo a decir qué es un imposible.

 

Hay una película titulada El sentido de la vida.

A percepción inicial parece otro cliché más, otra historia bonita con el mismo mensaje.

Y lo es...

Pero quiero compartirlo contigo porque normalmente es ahí donde nos perdemos, cuando damos las cosas por sentado.


[Alerta de revelación / spoiler de la película ]

 

Es la historia de unos padres que aman a tal punto a su hija que sin darse cuenta la han llevado a ser quien no es, la han presionado por mostrar lo que en realidad a ella quizás ni le interesa y a tal punto de que por no decepcionarlos ella teme expresarles cómo se siente y lo que esa carga significa para ella.

 

Es la historia de un adolescente enamorado que no pude ver sus errores porque está obstinado en obtener y quedarse con lo que cree que le pertenece. Un joven que no es capaz de dejar ir sin herir o herirse.

 

Es la historia de un padre viudo que se está dejando consumir por el dolor de la pérdida de su pareja y no ve al hijo que tiene en frente, que perdió a su madre y que todavía necesita a su padre.

 

Es la historia de unas amigas tan enfocadas en lo que conocen, que al igual que la madre, no permite cambios e intentan fallidamente, gracias a Dios, evitar la evolución de un alma que con una nueva oportunidad de vida está siendo renovada y reconciliada consigo misma.

 

Es la historia de un joven rechazado por la sociedad, abandonado por un padre emocionalmente ausente y huérfano materno, que busca acompañar a otros en su dolor y encontrar el sentido de la vida.

 

Y finalmente, pero no menos importante, de hecho, podría ser esa tu historia si es que hasta ahora no te has reflejado en las demás.

 

Es la historia de una joven buscando encontrarse con ella misma, conocerse y disfrutar de la vida por quién es, amándose así, por encima de lo que sus padres y amistades, o la sociedad misma, esperan de ella. Una joven que está buscando SU propio sentido de la vida.

 

¿Y tú? ¿Conoces el tuyo?

¿Te conoces a ti? ¿Te has encontrado y reconciliado contigo?

¿Te amas y aceptas tal cual eres?

¿Sabes quién eres?

 

Ojalá te des la oportunidad de ver las diferentes perspectivas que yo estoy tratando de explorar en esta película.

Te invito a que la veas y compartas con nosotros en La Familia Que Quiero® de que te diste cuenta y con qué mensaje te quedas.

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Quisiera que mi esposo cambie y se dé cuenta de que…

Una de las principales razones de divorcio son las diferencias entre la pareja.   Es más fácil querer que el esposo cambie porque así no tengo que cambiar yo, pero es imposible tener el control sobre eso.   Y si solo tengo control pleno sobre mí misma, entonces ¿por qué no cambio yo?   ¿De qué tengo que darme cuenta yo?     Todos somos diferentes Cada persona tiene un conjunto único de fortalezas y debilidades que les ayudan a definir quiénes son. ¿Cuánto conoces a tu esposo? ¿Y cuánto a ti misma?   Te invito a hacer junto a tu esposo el siguiente ejercicio:   Cada uno por separado escribe una lista de sus expectativas y reglas. Con mucho respeto, piensa en todas las expectativas que tienes para cada una de las áreas vitales de tu relación de pareja como intimidad, sexualidad, religiosidad, finanzas, hijos, etc.   Define tus reglas, ¿cómo quisieras que fueran las cosas para que tus expectativas se cumplan? Cuando am...

Hay tiempo para todo, pero no para todo al mismo tiempo

Mira, a veces no encontramos el espacio o perdemos la relación de pareja porque no tenemos tiempo. Perdemos la relación con los hijos porque no tenemos tiempo. Normalmente usamos la excusa de no tener tiempo. Sin embargo, ese tiempo que decimos no tener es un tiempo que administramos nosotros mismos. Entonces me gustaría que tu te preguntes en este momento si es que tú no quieres tener tiempo o si tú no quieres hacer eso a lo que estás diciendo que no tienes tiempo para hacerlo. ¿Y por qué? Porque estar con tu pareja, si realmente es una prioridad para ti, si realmente te interesa sostener y mantener tu relación, cultivar tu relación, entonces tú le vas a buscar el tiempo. Vas a tener que soltar otra cosa. El día tiene 24 horas para todos. Algunos su tiempo en el trabajo es más largo que para otros, el tiempo de estudios es más largo que el de otros, algunos tienen más tareas o actividades que hacer por día que otros. Sin embargo, cada una de esas cosas las defines tú. ...