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¿Cómo lograr un buen vínculo entre hermanos?

 

¿Cómo lograr un buen vínculo entre hermanos?

 

No faltan las recomendaciones de la abuela, la vecina, la mamá que tiene varios hijos… recomendaciones que van de generación en generación convirtiéndose en normas de crianza.

 

Sin embargo, hoy día estamos desmitificando estas “normas” buscando con ello desaprender ese conjunto de mandatos sociales que no conecta con lo que genuinamente necesitan nuestros hijos.

 

Un buen vínculo entre hermanos se enseña conscientemente.

 

Depende de nosotros los padres que el vínculo entre hermanos se construya sanamente. En la medida en que promovemos una relación fraternal basada en la equidad, respeto y otros valores elementales para una sana convivencia.

 

¿Cómo lograr un buen vínculo entre hermanos?

7 Acciones que marcarán la diferencia

 

El primer paso para desarrollar este vínculo entre hermanos es el de escuchar abiertamente a cada hijo de forma neutral. Es en el momento en que hay una inclinación preferencial hacia uno de los hijos donde damos paso a los celos y rivalidades.

 

Poco o nada importa quién tiene la razón, sino el que los hijos aprendan a solucionar sus conflictos y establecer acuerdos sin la necesidad de la intervención de terceros, en este caso de los padres.

 

Por otro lado, sabemos que somos el ejemplo de nuestros hijos en todo. Ellos no hacen lo que le decimos, hacen lo que nos ven hacer. Ellos son quienes confirman qué tan coherentes somos. Entonces, ¿cómo es tu relación fraternal? ¿Qué ejemplo estás siendo para tus hijos con relación a cómo eres tú con tus hermanos?

 

Si no tienes hermanos, ¿cómo es tu relación con aquellos a quienes tratas como si lo fueran?

 

Te comparto las siguientes 7 acciones que te guiarán en cómo lograr un buen vínculo entre hermanos:

1.      Propicia actividades en las que puedan jugar juntos. Si ambos se pueden divertir en una misma actividad de seguro que esa conexión los ayudará en su vínculo fraternal.

2.     Pasa tiempo a solas con cada uno de tus hijos por separado. Cada hijo debe tener una relación singular con sus padres y sentirse lo suficientemente seguro de que el compartir a sus padres no se traduce en recibir menos amor, protección, afecto, atenciones, etc. Cada hijo es único y no necesita tener punto de comparación con ninguno de sus hermanos.

3.     Enséñalos a expresarse cuánto se aman. Tomen un momento diario en el que puedan externar sus sentimientos hacia el otro, y agradecer o indicar una cualidad por la cual se aman.

4.     Permíteles que se diviertan sin interrupción. Apoya el momento agradable que están pasando juntos buscando la forma de alargarlo.

5.     Propicia actividades que incrementen su nivel de felicidad. Hacerse cosquillas, bailar, etc. son actividades que estrechan vínculos.

6.     Enséñales a trabajar en equipo, ayudarse y estar pendiente del otro. Por ejemplo, para ir al colegio pídeles que realicen sus actividades juntos para que puedan salir a tiempo.

7.     Enséñales el rol de hermanos, no el de padres. Evita delegar la disciplina de tus hijos entre los hermanos mayores, así como cualquier responsabilidad que te corresponde exclusivamente a ti como madre.


Finalmente toma en cuenta que estas acciones son orientativas y que podrá haber casos en los que una mirada particular sea necesaria.

 

Si necesitas acompañamiento para trabajar el vínculo entre hermanos, te invito a contactarnos en @lafamiliaquequiero y que determinemos juntas cómo podemos ayudarte a lograr este objetivo.


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