¿Qué hago con las rabietas de mi peque?
Las rabietas son una respuesta a las emociones que siente un niño ante una determinada circunstancia.
Comúnmente
los padres suelen perder la paciencia porque notan que sus peques se ponen
irracionales cuando están frustrados. Y esto se entiende en algunos casos
como una respuesta intencional de parte del peque. Sin embargo, para los peques
las rabietas son algo involuntario, surgen de no saber manejar las emociones,
no saben lo que están sintiendo y por lo tanto no pueden controlarlo; la parte de su cerebro emocional es dominante
en ellos, mientras la parte racional se va formando sobre todo con el
acompañamiento que le des durante las rabietas.
Esta parte
racional va madurando conforme a la edad, pero es mucho más efectivo cuando
ayudas a tus peques en este proceso de las rabietas. De lo contrario, si bien a
largo plazo va a dejar de tener las rabietas en la manera en la que lo hace hoy
día, puede que lo haga de otra forma porque de igual modo no habrá aprendido a
manejar sus emociones si no le enseñaste, y de ahí la importancia del
acompañamiento.
5 estrategias para manejar las rabietas
1) Toma en
cuenta la rutina de tus hijos.
Principalmente las rutinas relacionadas a la
alimentación y al sueño tienen un impacto muy significativo en las rabietas. La
falta de sueño y la alimentación inadecuada o el hambre te asegurarán
constantes e intensas rabietas.
2) Autoevalúate.
Los niños imitan todo, entonces date cuenta cómo reaccionas tú
ante una frustración, cómo reaccionas tú ante algo que hace tu hijo. ¿Te
molestas de entrada? ¿Gritas? ¿Haces algún tipo de rabieta interna que se
manifiesta en tu lenguaje corporal? Evalúate.
3) Usa lenguaje positivo.
Cuando vayas a decirle
que no a algo dile primero lo que sí puede hacer. Por ejemplo, si lo encuentras
pintando las paredes, en cuanto le digas que no o lo quites de ese lugar te
hará una rabieta. Entonces, mejor, cuando lo encuentres, dile "mira, aquí
es donde se pinta" y entrégale una mascota para pintar, de forma que
usando lenguaje positivo le estás corrigiendo y a la vez estás evitando una rabieta
innecesaria.
4) Explícale de dónde viene su sentimiento.
Explícale por qué se siente de esa
forma, qué es lo que le está sucediendo. Siguiendo el ejemplo anterior, si le
dices que no pinte en la pared y tiene una rabieta, explícale que está enojado
porque no lo dejaste pintar en la pared o, también, que está triste porque él
quería pintar y no le dejaste.
5) Valida sus sentimientos.
Continuando con
nuestro ejemplo, podrías decirle algo como "entiendo que estés
triste" o "entiendo que estés enojado". Y ofrécele tu
contención, tu consuelo, ponte de su parte porque realmente tiene razones para
sentirse como se está sintiendo, solo necesita de tu parte para que le enseñes
cómo puede canalizar esas emociones, ese sentimiento que está experimentando.
Si estas recomendaciones
te han parecido útiles te invito a que me dejes tus comentarios.
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