Agrego a ésta excelente reflexión de Silvia Shin, que también los padres deben volverse innecesarios, si bien es cierto que las madres tenemos un instinto y amor único por nuestros niños, el rol de papá es esencial y su amor también.
Éste post ésta dedicado también a todos los padres.
“La buena madre es aquella que se va volviendo innecesaria con el paso del tiempo. Aprende a reprimir el impulso natural materno de querer colocar el pichón debajo del ala, protegido de todos los errores, tristezas y peligros. Es una ardua batalla, lo confieso. Cuando empiezo a debilitarme en la lucha para controlar la supermadre que todas tenemos dentro, me acuerdo de la frase del título: ‘LA BUENA MADRE ES AQUELLA QUE SE VA VOLVIENDO INNECESARIA...’ Si realicé mi labor de madre correctamente, tengo que volverme innecesaria. Y antes que alguna madre me acuse de desamor, explico qué es lo que significa eso. Ser ‘innecesaria’ es no dejar que el amor incondicional de madre, que siempre existirá, provoque vicio y dependencia en los hijos, como si fuera una droga, a tal punto, de que que ellos no sean capaces de poder ser autónomos, confiantes e independientes. Deben estar preparados para trazar su rumbo, hacer sus elecciones, superar sus frustraciones y cometer sus propios errores también. Lo que ellos necesitan es tener la seguridad de que estaremos con ellos, firmes, en el acuerdo o en la diferencia, en el triunfo o en el fracaso, listos para el mimo, el abrazo apretado, y el consuelo en los momentos difíciles. Los padres y las madres que quieren criar bien, educan para que sean libres y no esclavos de nuestros propios miedos. Es ese el mayor desafío y la principal misión.
Cuando aprendemos a ser ‘innecesarios’, nos transformamos en un puerto seguro donde ellos puedan atracar. A quien ames dale: alas para volar, raíces para volver y motivos para quedarse. Hagamos hijos independientes y seguros de sí mismos para que vivan una vida plena y honrada”.
Éste post ésta dedicado también a todos los padres.
“La buena madre es aquella que se va volviendo innecesaria con el paso del tiempo. Aprende a reprimir el impulso natural materno de querer colocar el pichón debajo del ala, protegido de todos los errores, tristezas y peligros. Es una ardua batalla, lo confieso. Cuando empiezo a debilitarme en la lucha para controlar la supermadre que todas tenemos dentro, me acuerdo de la frase del título: ‘LA BUENA MADRE ES AQUELLA QUE SE VA VOLVIENDO INNECESARIA...’ Si realicé mi labor de madre correctamente, tengo que volverme innecesaria. Y antes que alguna madre me acuse de desamor, explico qué es lo que significa eso. Ser ‘innecesaria’ es no dejar que el amor incondicional de madre, que siempre existirá, provoque vicio y dependencia en los hijos, como si fuera una droga, a tal punto, de que que ellos no sean capaces de poder ser autónomos, confiantes e independientes. Deben estar preparados para trazar su rumbo, hacer sus elecciones, superar sus frustraciones y cometer sus propios errores también. Lo que ellos necesitan es tener la seguridad de que estaremos con ellos, firmes, en el acuerdo o en la diferencia, en el triunfo o en el fracaso, listos para el mimo, el abrazo apretado, y el consuelo en los momentos difíciles. Los padres y las madres que quieren criar bien, educan para que sean libres y no esclavos de nuestros propios miedos. Es ese el mayor desafío y la principal misión.
Cuando aprendemos a ser ‘innecesarios’, nos transformamos en un puerto seguro donde ellos puedan atracar. A quien ames dale: alas para volar, raíces para volver y motivos para quedarse. Hagamos hijos independientes y seguros de sí mismos para que vivan una vida plena y honrada”.
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