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El colecho NO es para todos

En mi día a día muchas madres se acercan a preguntarme qué pueden hacer para descansar mejor ya que su bebé no duerme.

Hay muchas teorías, técnicas y recomendaciones, sin embargo, el dilema de hoy es si dormir o no con tú bebé ayuda a que tú como madre descanses mejor.

¿Es el colecho solución perfecta al sueño nocturno del bebé y mamá? No, la verdad es que no lo es. Sin embargo, ayuda bastante.

No hay una regla de oro para la maternidad. Cada madre es única, igualmente cada hijo.

Mi personalidad viene dada por mis temperamentos y además por toda la historia de mi vida, mis experiencias, buenas y malas. Así también nuestros bebés, aún sean recién nacidos, tienen temperamento y personalidad definida en la etapa de vida en que se encuentran.

A veces tenemos la falsa creencia de que nuestros hijos por ser hermanos serán iguales en términos de cómo deben comportarse, o de que como algo le funcionó a mi mamá conmigo me funcionará a mí con mis hijos, pero nada más lejos de la realidad.

Tenemos que estar abiertos a entender y sobretodo a aceptar que cada hijo es diferente, y cada madre es también diferente, lo que a mí me funciona no tiene por qué funcionarte a ti.

Tenemos que hablar de singularidad, tenemos que hablar de lo que cada uno somos como persona, incluyendo nuestros bebés, que por no saber expresarse al nivel de nosotros, entendemos que no sienten ni tienen derecho a que se les tome en cuenta sus preferencias.
 
El colecho no es bueno ni malo, depende del deseo de cada quien, de la realidad familiar, de cómo cada familia decide trabajar las necesidades afectivas o de cómo buscar la mejor dinámica de descanso.

Yo siempre he practicado colecho con mis hijos, principalmente por ser lo más cómodo para mí y para mi pareja, además de la felicidad de mis hijos de estar cerca de mí.

Yo amamanto y creo en la lactancia a libre demanda, así que cuando mi bebé quiere teta a la hora que sea se la doy, y ¿qué mejor opción que la cama? no tengo que pararme a nada, la teta está ahí afuera, se pega cuanto quiere y cuando quiere, y todos dormimos tranquilos. Ni siquiera me doy cuenta cuando despierta a pegarse de su teta, así que descanso bastante bien.

Si quiero intimidad con mi pareja exploramos otros lugares de la casa, que siempre dan dinámica a la relación, y también a veces simplemente acostamos al bebé en su cama.

En fin, para mí el colecho no es una limitante sino una comodidad. Dormir tranquila y cómoda, y mi bebé, que me necesita, siempre está sin gritos cerquita de mí.

La independencia que tiene mi hija mayor es sorprendente, no es posible decir si el colecho tuvo que ver o no, pero me da igual, no me importa, sólo sé que es una niña feliz, que colecho porque quiero y porque me es cómodo y porque mi pareja me apoya totalmente.

Tú debes hacer lo mismo, colechar sólo si quieres y si se ajusta a ti.

No hacer colecho no te hace menos madre, tampoco dice que no satisfaces las necesidades de afecto de tus hijos.

Muchas personas pueden recomendarte el colecho, pero es tú decisión en base a tus preferencias y dinámica familiar. Cada quien es lo que es y punto, no hay reglas de oro, instrúyete y comparte experiencias de maternidad con otras madres pero sin forzar una metodología para ser el padre o la madre perfecto porque eso no existe, la perfección no se da siguiendo reglas generales, se da cuando se satisface la necesidad única de cada quien y por eso existe la diversidad.

Ésta es mi opinión sobre el colecho y su relevancia en la maternidad. ¿Y tú qué opinas respecto a éste tema?

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